- Aseguraré de que llevas el pelo bien peinado y apartado de la cara. Para las chicas es ideal tenerlo lo suficientemente largo, hasta los hombros, como para hacerse un moñito en lo alto de la cabeza. Si no te sale, pide a una amiga que te ayude. Si es demasiado corto, no te preocupes, lo sujetas con pinzas y pasadores.
Cosido de la goma en la zapatilla
- Para encontrar el lugar exacto donde coser la goma o la cinta, dobla la zapatillas por la parte del talón. La marca que se hace al costado es el lugar idóneo. Colocar la goma o la cinta ligeramente en diagonal en dirección al dedo gordo del pie y coser 2 centímetros de la misma a cada lado, en la cara interna de las zapatillas después de medirlas sobre el pie.
Calzado
- Para que el calzado se ajuste adecuadamente a tu pie, es mejor acudir a una tienda especializada. No ha de ser ancho pero tampoco ha de apretar. Debe ajustarse como un guante a tus pies y, especialmente, los pulgares han de poder trabajar con comodidad a la vez que los sientes sujetos y seguros. A menos que el profesor que pidan otro par más es mejor comprar uno sólo porque, con la edad, el pie también crece.
Ropas alternativas
- En ocasiones especiales, las chicas pueden llevar un tutú. Los tutúes que las bailarinas profesionales llevan en el escenario son de una confección especial y muy elaborada. Pueden adquirirse en las tiendas especializadas. Son sencillos pero muy bellos. El día de la representación estarás encantadora con uno de ellos. No lleves joyas en clase los pendientes resultan peligrosos. Pueden arañar a alguien o romper algunas mallas o leotardo.
Remendar las zapatillas de puntas
- No compres zapatillas de puntas hasta que el profesor te lo indique, que no será hasta después de años de estudio. Cuando las compres, puedes prolongar su uso remendando las puntas.
Guardar las zapatillas
- Después de la clase, comprueba si la zapatillas necesitan limpiarse o algún remiendo. Dobla cada zapatilla, envuélvela con las cintas y oculta los extremos de estas. Guardarlas en la bolsa.
Como atar las cintas
Los comienzos
- El ballet es un arte bello, expresivo y emocionante. Refleja tanto la comedia como la tragedia, el humor, el amor y la alegría. Fue en el siglo XVII, en Francia, durante el reinado de Luis XIV, gran bailarín, cuando los cortesanos (ballet de cour) y los bailarines se hicieron profesionales. El rey fundó en París la Academia Nacional de Danza. Fue la primera escuela profesional de baile y, por ello, el lenguaje del ballet sigue siendo el francés. En la clase aprenderá reglas elaboradas durante siglos, trabajarás mucho y te divertirás y, lo más importante, entrarás en una tradición rica y llena de atractivos tanto para los bailarines como para el público.
Perseverancia en las clases
- Para convertirse en bailarín o bailarina profesional necesites voluntad, fortaleza, un buen profesor y una gran vocación. La gran bailaora española Carmen Albéniz tenía estas tres máximas: para baila se necesita principalmente estas tres cosas, arte, fuerza de voluntad y técnica; ella explicaba que sin estas tres cualidades uno jamás podría ser un bailarín profesional. Se dice que el arte se tiene o no se tiene, se nace con el, pero es verdad que la edad y la madurez también te ayudan a encontrar nuestra faceta artística, a ser artista de espíritu. La fuerza de voluntad es una de las cosas más importantes, es el amor a la profesión, es el amor a la dedicación, es el amor al esfuerzo, al esfuerzo diario. Y la técnica, no sólo de voluntad y de arte vive el bailarín, sino que la técnica tiene que ser tan bien cultivada día a día, año tras año, pues todas las danzas todo los bailes y todo bailarín, requiere una formación física constante para no flaquear en el escenario para no caer en un giro, para realizar zapateados y pasos limpios de ejecución y claros, conociendo así nuestro propio cuerpo y las posibilidades que tiene.
Los primeros ejercicios
- En tus primeras clases de ballet, aprenderás los pasos de forma lenta y con mucho cuidado. Te enseñarán movimientos acompañados de música para ayudarte a tener coordinación. Se basan en movimientos naturales, tales como caminar, correr, brincar y saltar. A veces puede parecer un poco aburrido, dado la lentitud de las clases; aunque también depende en esto mucho de las cualidades del profesor y de la edad del alumno. Un buen profesor utilizará juegos y ejercicio didácticos para estimular a los más pequeños; y dará aliento a los mayores para no decaer en la monotonía huir del aburrimiento.
- Para que el calzado se ajuste adecuadamente a tu pie, es mejor acudir a una tienda especializada. No ha de ser ancho pero tampoco ha de apretar. Debe ajustarse como un guante a tus pies y, especialmente, los pulgares han de poder trabajar con comodidad a la vez que los sientes sujetos y seguros. A menos que el profesor que pidan otro par más es mejor comprar uno sólo porque, con la edad, el pie también crece.
Ropas alternativas
- En ocasiones especiales, las chicas pueden llevar un tutú. Los tutúes que las bailarinas profesionales llevan en el escenario son de una confección especial y muy elaborada. Pueden adquirirse en las tiendas especializadas. Son sencillos pero muy bellos. El día de la representación estarás encantadora con uno de ellos. No lleves joyas en clase los pendientes resultan peligrosos. Pueden arañar a alguien o romper algunas mallas o leotardo.
Remendar las zapatillas de puntas
- No compres zapatillas de puntas hasta que el profesor te lo indique, que no será hasta después de años de estudio. Cuando las compres, puedes prolongar su uso remendando las puntas.
Guardar las zapatillas
- Después de la clase, comprueba si la zapatillas necesitan limpiarse o algún remiendo. Dobla cada zapatilla, envuélvela con las cintas y oculta los extremos de estas. Guardarlas en la bolsa.
Como atar las cintas
- Es importante atarlas como es debido. Han de quedar cómodas y bien colocadas. El profesor te ayudará hasta que hayas aprendido. Se coge primero la cinta interior y se rodea con ella el tobillo. (Para cada par de zapatillas se necesitan unos 100 cm.)
- Continúa rodeando el tobillo con la cinta, manteniendo la tensa para que no se aluda, pero sin que te apriete demasiado.
- Pasar esta cinta nuevamente hacia atrás. Coge la exterior con cuidado de no aflojar la primera. Las cintas pueden ser de satén o de nylon.
- Pasa la cinta exterior alrededor del tobillo. Las cintas han de estar juntas, una encima de la otra. Recuerda que han de sujetar el pie pero no impedir sus movimientos.
- Juntar las cintas en la parte interior del pie y anudadas bien, un poco lejos del tobillo. No cortes el trozo que sobre hasta no tener la seguridad de que el pie se haya cómodo. Deja un pedazo de unos 4 o 5 cm. después del nudo.
- Esconder el nudo y los extremos para que las cintas tengan un aspecto liso y elegante.
Los comienzos
- El ballet es un arte bello, expresivo y emocionante. Refleja tanto la comedia como la tragedia, el humor, el amor y la alegría. Fue en el siglo XVII, en Francia, durante el reinado de Luis XIV, gran bailarín, cuando los cortesanos (ballet de cour) y los bailarines se hicieron profesionales. El rey fundó en París la Academia Nacional de Danza. Fue la primera escuela profesional de baile y, por ello, el lenguaje del ballet sigue siendo el francés. En la clase aprenderá reglas elaboradas durante siglos, trabajarás mucho y te divertirás y, lo más importante, entrarás en una tradición rica y llena de atractivos tanto para los bailarines como para el público.
Perseverancia en las clases
- Para convertirse en bailarín o bailarina profesional necesites voluntad, fortaleza, un buen profesor y una gran vocación. La gran bailaora española Carmen Albéniz tenía estas tres máximas: para baila se necesita principalmente estas tres cosas, arte, fuerza de voluntad y técnica; ella explicaba que sin estas tres cualidades uno jamás podría ser un bailarín profesional. Se dice que el arte se tiene o no se tiene, se nace con el, pero es verdad que la edad y la madurez también te ayudan a encontrar nuestra faceta artística, a ser artista de espíritu. La fuerza de voluntad es una de las cosas más importantes, es el amor a la profesión, es el amor a la dedicación, es el amor al esfuerzo, al esfuerzo diario. Y la técnica, no sólo de voluntad y de arte vive el bailarín, sino que la técnica tiene que ser tan bien cultivada día a día, año tras año, pues todas las danzas todo los bailes y todo bailarín, requiere una formación física constante para no flaquear en el escenario para no caer en un giro, para realizar zapateados y pasos limpios de ejecución y claros, conociendo así nuestro propio cuerpo y las posibilidades que tiene.
Los primeros ejercicios
- En tus primeras clases de ballet, aprenderás los pasos de forma lenta y con mucho cuidado. Te enseñarán movimientos acompañados de música para ayudarte a tener coordinación. Se basan en movimientos naturales, tales como caminar, correr, brincar y saltar. A veces puede parecer un poco aburrido, dado la lentitud de las clases; aunque también depende en esto mucho de las cualidades del profesor y de la edad del alumno. Un buen profesor utilizará juegos y ejercicio didácticos para estimular a los más pequeños; y dará aliento a los mayores para no decaer en la monotonía huir del aburrimiento.
Fortalecer los pies- Flexiona y estira los pies formando una línea recta con las piernas. Este es un buen ejercicio para antes de iniciar la clase porque calienta los pies y tobillos. Te ayudará a trabajarlos y a sentir como se estiran los músculos posteriores de la pierna.
Moverse con la música
- En las clases de ballet, hay unos pianistas que trabaja en estrecha colaboración con el profesor. A veces esto no es posible y se utilizan un aparato de música convencional. Has de aprender a sentir la música y a expresarla a través de la forma de tus movimientos. El sentido musical es vital para un bailarín. Sería recomendable hacer una observación en este apartado pues muchos profesores se empeña en realizar los ejercicios con una base musical sin prestarle atención a los matices del compás o al ritmo, esto es peligroso pues el bailarín que no conoce bien la técnica llega a acostumbrarse a realizar los ejercicios sin prestarle atención a la música, a tener esta de adorno de acompañamiento a sus pasos o ejercicios. Es conveniente informarle a todos los profesores, que durante la enseñanza, hicieran bastante hincapié en el compás de la música pues es primordial, primero deberían afianzar la técnica a sus alumnos y no haber ejercicios por hacer, deben prestar atención a la ejecución de estos al ritmo correcto que marca la música.
Colocación
- La colocación es muy importante para conseguir ligereza y sensación de elevación. Para aprender la posición correcta del cuerpo, coloca las manos encima de la barra con los codos bajados ligeramente. Mira siempre al frente y procura que esta colocación no afecte a una rigidez general del cuerpo. Estar colocado no es estar rígido, no es estar bloqueado; estar colocado es mantener una postura erguida y sobre todo con total conocimiento de ella; es lo que se denomina tener sentido propio ceptivo, es decir; saber exactamente la tensión muscular a la que estamos metiendo nuestros músculos: cuando vamos a colocar el brazo, cuando vamos a girar la muñeca; qué fuerza debemos realizar para cada movimiento, incluso a veces, podemos realizar un sencillo ejercicio que es cerrar los ojos y comenzar a movernos por el espacio vacío con nosotros mismos y en el propio eje, sentirnos. Es muy importante sentir nuestro cuerpo, tener conocimiento de nuestro propio cuerpo y de la capacidad del mismo para moverse así como sus posibilidades, es importantisimo.Hay muchas maneras de enseñar a ballet. Importante es que se haga a través de un desarrollo lógico y claro que conduzca desde lo sencillo a lo complejo con precisión y calidad.
Chicos y chicas
- Para interpretar correctamente el ballet se necesita equilibrio y colocación. Durante los primeros años de entrenamiento, los pasos que hacen chicos y chicas son casi los mismos. Los chicos pondrán énfasis en la fuerza y la masculinidad, y las chicas en la levedad y la delicadeza.
Práctica en el centro del estudio- Debes practicar posturas correctas en el centro del estudio, lejos de la barra, antes de aprender las cinco posiciones de pies y brazos, y los movimientos clásicos básicos. Es importante comprender y ejecutar cada forma correctamente, y bailar con el sentimiento adecuado. El profesor y la música te ayudarán a conseguirlo.
Révérence - Reverencia
- La manera formal de dar las gracias en del ballet se llama révérence que se hace al final de la clase para dar las gracias al profesor, alpinista y a los visitantes si los hay. A veces también se hace al comenzar la clase para marcar la entrada en el mundo del ballet. Algún día harás la reverencia para agradecer el aplauso del público. Las chicas colocar pie detrás y doblar la rodilla en reverencia. Los chicos hacen su reverencia de pie, con la cabeza ligeramente inclinada y con naturalidad.
Posiciones básicas
- En cada paso nuevo que aprendas, usarlas las posiciones básicas. Todos los bailarines, incluso los más célebres, utilizan exactamente las mismas posiciones a diario. Pueden realizar los más expresivos y hermosos pasos, pero siempre con estos pasos como base. Es vital que aprendas y realices bien las cinco posiciones de abertura de los pies, y te sientas seguro/a y firme con ellas. Las realizarás al principio y al final de los movimientos, ya para pasar de un movimiento. El comienzo y final vacilante de un movimiento resulta desagradable para el bailarín y para el público. Cuando aprendas estas posiciones, debes concentrarte profundamente porque, a medida que rezas y las clases se vuelvan más complicadas, te será difícil corregir cualquier error inicial.
Bailar con sentimiento- Debes realizar correctamente con precisión las cinco posiciones básicas, pero también hay que bailar con sentimiento y expresión. En algunas danzas como por ejemplo, la española o el flamenco; la pasión y el sentimiento son unas de las claves básicas que caracterizan a estas danzas.
Épaulement
- Desde la primera clase prácticamente aprenderás a girar ligeramente el cuerpo alejándolo o acercándote al público. Llamamos a esto épaulament. Con este leve giro, el cuerpo tiene un aspecto distinto que en face. Suaviza la línea y le presta un aspecto más refinado. Esta es una primera indicación de cómo puede transformarse artísticamente una forma básica.
Moverse con la música
- En las clases de ballet, hay unos pianistas que trabaja en estrecha colaboración con el profesor. A veces esto no es posible y se utilizan un aparato de música convencional. Has de aprender a sentir la música y a expresarla a través de la forma de tus movimientos. El sentido musical es vital para un bailarín. Sería recomendable hacer una observación en este apartado pues muchos profesores se empeña en realizar los ejercicios con una base musical sin prestarle atención a los matices del compás o al ritmo, esto es peligroso pues el bailarín que no conoce bien la técnica llega a acostumbrarse a realizar los ejercicios sin prestarle atención a la música, a tener esta de adorno de acompañamiento a sus pasos o ejercicios. Es conveniente informarle a todos los profesores, que durante la enseñanza, hicieran bastante hincapié en el compás de la música pues es primordial, primero deberían afianzar la técnica a sus alumnos y no haber ejercicios por hacer, deben prestar atención a la ejecución de estos al ritmo correcto que marca la música.
Colocación
- La colocación es muy importante para conseguir ligereza y sensación de elevación. Para aprender la posición correcta del cuerpo, coloca las manos encima de la barra con los codos bajados ligeramente. Mira siempre al frente y procura que esta colocación no afecte a una rigidez general del cuerpo. Estar colocado no es estar rígido, no es estar bloqueado; estar colocado es mantener una postura erguida y sobre todo con total conocimiento de ella; es lo que se denomina tener sentido propio ceptivo, es decir; saber exactamente la tensión muscular a la que estamos metiendo nuestros músculos: cuando vamos a colocar el brazo, cuando vamos a girar la muñeca; qué fuerza debemos realizar para cada movimiento, incluso a veces, podemos realizar un sencillo ejercicio que es cerrar los ojos y comenzar a movernos por el espacio vacío con nosotros mismos y en el propio eje, sentirnos. Es muy importante sentir nuestro cuerpo, tener conocimiento de nuestro propio cuerpo y de la capacidad del mismo para moverse así como sus posibilidades, es importantisimo.Hay muchas maneras de enseñar a ballet. Importante es que se haga a través de un desarrollo lógico y claro que conduzca desde lo sencillo a lo complejo con precisión y calidad.
Chicos y chicas
- Para interpretar correctamente el ballet se necesita equilibrio y colocación. Durante los primeros años de entrenamiento, los pasos que hacen chicos y chicas son casi los mismos. Los chicos pondrán énfasis en la fuerza y la masculinidad, y las chicas en la levedad y la delicadeza.
Práctica en el centro del estudio- Debes practicar posturas correctas en el centro del estudio, lejos de la barra, antes de aprender las cinco posiciones de pies y brazos, y los movimientos clásicos básicos. Es importante comprender y ejecutar cada forma correctamente, y bailar con el sentimiento adecuado. El profesor y la música te ayudarán a conseguirlo.
Révérence - Reverencia
- La manera formal de dar las gracias en del ballet se llama révérence que se hace al final de la clase para dar las gracias al profesor, alpinista y a los visitantes si los hay. A veces también se hace al comenzar la clase para marcar la entrada en el mundo del ballet. Algún día harás la reverencia para agradecer el aplauso del público. Las chicas colocar pie detrás y doblar la rodilla en reverencia. Los chicos hacen su reverencia de pie, con la cabeza ligeramente inclinada y con naturalidad.
Posiciones básicas
- En cada paso nuevo que aprendas, usarlas las posiciones básicas. Todos los bailarines, incluso los más célebres, utilizan exactamente las mismas posiciones a diario. Pueden realizar los más expresivos y hermosos pasos, pero siempre con estos pasos como base. Es vital que aprendas y realices bien las cinco posiciones de abertura de los pies, y te sientas seguro/a y firme con ellas. Las realizarás al principio y al final de los movimientos, ya para pasar de un movimiento. El comienzo y final vacilante de un movimiento resulta desagradable para el bailarín y para el público. Cuando aprendas estas posiciones, debes concentrarte profundamente porque, a medida que rezas y las clases se vuelvan más complicadas, te será difícil corregir cualquier error inicial.
Bailar con sentimiento- Debes realizar correctamente con precisión las cinco posiciones básicas, pero también hay que bailar con sentimiento y expresión. En algunas danzas como por ejemplo, la española o el flamenco; la pasión y el sentimiento son unas de las claves básicas que caracterizan a estas danzas.
Épaulement
- Desde la primera clase prácticamente aprenderás a girar ligeramente el cuerpo alejándolo o acercándote al público. Llamamos a esto épaulament. Con este leve giro, el cuerpo tiene un aspecto distinto que en face. Suaviza la línea y le presta un aspecto más refinado. Esta es una primera indicación de cómo puede transformarse artísticamente una forma básica.
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